Internacional

Balance Situación Internacional

  

I.      Tres acontecimientos marcan la situación internacional de las últimas décadas:

1.  El derrumbe de la Unión Soviética, la restauración del capitalismo en la R.P. China y la práctica desaparición del socialismo tal como se construyó desde 1917.

2.  La gran crisis capitalista iniciada en el 2007, que aún sigue en curso y no tiene real solución.

3. La creciente importancia de la ecología y de la preservación y protección del medio ambiente, que exige replantear las formas de desarrollo y el modo de producir los bienes materiales que sirven para la vida humana.

  

II.    De modo global, los tres acontecimientos mencionados significan la apertura de un nuevo periodo en la vida mundial, e inciden directa o indirectamente en el desenvolvimiento de las diversas tradiciones que se dan en el escenario internacional.  De estas contradicciones las más importantes son:

1.   La que enfrenta al trabajo con el capital.

2. La que enfrenta los pueblos y naciones oprimidas del mundo con el orden imperialista mundial.

3.  La que enfrenta a la cultura alienante y deshumanizadora del orden imperialista encabezado por EE.UU. a la cultura progresista y desalienadora de los pueblos y naciones del mundo.

1.   La histórica contradicción entre el trabajo y el capital, da la pauta para entender la realidad económica mundial y a la gigantesca crisis económica capitalista que se inició entre el 2007 y el 2008 con la explosión de la burbuja inmobiliaria (hipotecaria) norteamericana.  A partir de aquí se dio una reacción en cadena que lanzó a la quiebra, a bancarrota, a grandes bancos de inversión (v.g. Lehmann Brothers), a grandes empresas hipotecarias (Fannie Mae, Freddi Mack), a emblemáticas empresas como la General Motors, a compañías aseguradoras y, especialmente, hizo perder viviendas y lanzó a la calle a decenas de millones de norteamericanos y europeos, los más afectados por la crisis. En la parte más esencial de la megacrisis capitalista-imperialista se encuentra la contradicción básica del capitalismo que nos muestra a cientos de millones de trabajadores que producen la riqueza en todas las partes del planeta diariamente; y a un reducido grupo privilegiado de propietarios, explotadores y opresores que se apropian de la mayor parte de esta riqueza.  Hasta el inicio de la crisis el 20% de la población mundial acaparaba el 80% de la riqueza producida en el mundo.

En la era del imperialismo y de la mundialización o globalización de la economía, se enfrentan el aspecto creador de la economía (trabajo productivo) con el aspecto parasitario destructivo de la economía (capital parasitario que vive de la usura).

2.   La contradicción entre pueblos y naciones oprimidas, con el orden imperialista mundial define la marcha política de todas las sociedades del planeta. Explica la invasión de Irak para apropiarse de la segunda reserva petrolera conocida más grande del mundo, y para establecer un aparato de control donde se encuentran las áreas de mayor producción petrolera mundial. Sirve también para poner en jaque y frenar la expansión de potencias emergentes como China, Rusia e India.  La invasión a Afganistán cumple este mismo cometido u objetivo.  Esto y la herencia colonial explica la condición de Israel como el gendarme militar del Medio Oriente, apuntalado por EE.UU. y potencias imperialistas de Europa. 

    A la vez explica la tragedia del pueblo palestino y el fuerte resurgimiento del islamismo como factor nacional de cohesión para enfrentar a los “demonios extranjeros”. La tragedia palestina se inicia después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Inglaterra y las potencias capitalistas vencedoras de esa guerra, deciden dar una parte de Palestina a los judíos para que formen allí el Estado de Israel.  Esta cesión se hace sin consultar al pueblo palestino que habitaba ese territorio.  A partir y mediante sucesivas guerras se fue ampliando irregularmente el territorio de Israel y disminuyendo el territorio y los derechos de los palestinos, hasta la situación presente, en que el factor religioso ha tomado un papel preponderante.

Los movimientos de los “indignados”, protagonizados por la juventud en contra del predominio del capital financiero es una expresión de la lucha de los pueblos y trabajadores del mundo (incluidos los de las potencias capitalistas) en contra del orden imperialista mundial. Se busca que los gobiernos hagan reformas que limiten los privilegios del capital financiero-parasitario.  Estas acciones de los “indignados”, de los “Occupy Wall Street”, etc, han impactado en la conciencia de la juventud árabe y ha sido una canal para justificar la intervención ideológica y militar de las potencias occidentales en los conflictos de Libia, Siria, Egipto, etc.

Dentro de este panorama, en Latinoamérica han surgido los más adelantados procesos de enfrentamiento al orden imperialista en base al fortalecimiento de la soberanía nacional. En Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua se han venido desarrollando estos procesos con mayor o menor radicalidad. También en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con perfiles menos definidos y radicales. Junto con Cuba los mencionados países constituyen lo más avanzado de un nacionalismo antimperialista y prosocialista del mundo.

3.   El combate contra la alienación y deshumanización de las sociedades del mundo es un imperativo para todos los pueblos y naciones del mundo que buscan su liberación nacional y social. El culto al dinero, el exacerbado individualismo, el desmedido afán de lucro, el consumismo, la civilización del espectáculo, la general subordinación de los humanos a sus creaciones y creaturas, el tecnocratismo, la fetichización de la ciencia y de lo “técnico”, así como la explotación, el racismo y la marginación, son expresiones de la alienación impulsada por la burguesía imperialista y el capitalismo. 

    Vehículos para difundir esta enfermedad son los medios de comunicación masiva e internet. La expresión concentrada de toda esta cultura alienante es el “american way of life” (búsqueda del confort, de ser “ricos, bellos y famosos”, y de primacía de los WASP). A toda esta carga deshumanizadora hay que oponerle las mejores y más creativas producciones de la cultura humana y lo más dinámico y creador de la cultura popular y del saber científico y artístico.